sábado, 9 de marzo de 2013

Día 3: Encarnizamientos terapéutico VS Muerte Digna.

La enfermería, como profesión de naturaleza social, debe intentar que su personal, bajo una visión humanista, ayude a la persona solicitante del cuidado, por ello debe  reconocer  al ser humano como  un ser complejo, misterioso, estructurado por  diversas dimensiones que van de lo orgánico a lo espiritual; con inclusión del  aspecto social, que lo define como un ser de relaciones permanentes consigo mismo y el mundo. Poseedor de creencias, sentimientos, pasiones, valores, experiencias entre otros muchos rasgos. Por lo tanto, es fundamental, reflexionar sobre la visión holística  de la persona entendiéndolo como una unidad, en esta sociedad del conocimiento, de  grandes avances científicos y tecnológicos.    

El cuidado es la máxima expresión de comunicación entre los seres vivos que va más allá de una simple relación entre humanos. En la relación que se establece entre las personas, el cuidado exige la presencia de la persona que cuida, en este caso la enfermera, y de la persona que recibe el cuidado, es decir el paciente. Esa presencia que implica ver, oír, tocar y sentir a través de un proceso de empatía que debe estar presente en la relación interpersonal enfermera-paciente.

Por todo ello, la enfermera que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debe poseer un perfil enmarcado en una filosofía integradora que incluya conocimientos afectivos, emocionales, científicos y tecnológicos. Es imprescindible que esta filosofía sea acompañada por la presencia física, tanto para el paciente como para sus familiares, de este modo el fin último del cuidado que le proporciona la enfermera debe ser la felicidad tanto para él como para sus familiares; o en última instancia ayudar a este enfermo a tener una muerte digna cuando ésta sea irremediable. 

Precisamente a colación de lo anteriormente reseñado, se me plantea una cuestión acerca de ¿Dónde se encuentra ese punto de inflexión en el que podemos pasar de impedir el sufrimiento del paciente a un encarnizamiento terapéutico?

Soy consciente de que es una orden médica la que dictamina cómo y cuándo debemos dejar que la vida del paciente lleve su curso y culmine cuando el organismo lo determine, pero la duda es si lo hacemos demasiado tarde y para ello hemos tenido que hacer padecer al paciente una serie de pruebas o tratamientos que, quizás, hubieran sido innecesarios y de igual manera su final hubiera sido el mismo…o ¿No?

Por ello me ha parecido oportuno llevar a cabo una revisión sobre el dilema bioético que plantea el derecho a una muerte digna evitando el encarnizamiento terapéutico. Por un lado no deben utilizarse métodos extraordinarios para prolongar la vida de pacientes terminales y por el otro, es fundamental que deje de pronunciarse la frase “no hay más nada que hacer” acudiendo en cambio, a los cuidados paliativos hoy llamados cuidados del final de la vida, ayudando a un buen morir.

El objetivo del médico no es solo salvar vidas y curar enfermedades, también debe ser capaz de reconocer en qué momento debe renunciar a ello y reorientar sus esfuerzos para aliviar el sufrimiento, consolar al paciente y ayudarlo a morir con dignidad.
Estas situaciones no son excepcionales en las unidades de cuidados intensivos (UCI). El dilema bioético al que se enfrenta el equipo de salud en una UCI cuando debe decidir iniciar o suspender las medidas de soporte vital es muy complejo, debe ser analizado de forma sistemática y con un perfil multidisciplinario.

La muerte como fase terminal y parte de la vida misma, como resultado del envejecimiento y deterioro progresivo orgánico y funcional, como resultado del daño producido por diversas enfermedades agudas o crónicas, cuya historia natural termina en la muerte a corto, medio o largo plazo, se ha modificado por los recursos que proporciona el avance científico y tecnológico, los que muchas veces lo único que hacen es modificar la forma y el tiempo de morir.
A consecuencia de esto me parece de gran importancia hacer inferencia y dejar por escrito el significado de una serie de términos que son de gran utilidad y que, como profesionales, debemos tener en mente en cada paso que damos en nuestro ámbito laboral; de esta manera, sabremos si la actuación que llevamos a cabo con nuestros pacientes nos resulta adecuada o no acorde a la situación que están viviendo.

Encarnizamiento Terapéutico (ET) se puede definir como: Actitud del médico que ante la certeza moral que le dan sus conocimientos de que las curas o los remedios de cualquier naturaleza ya no proporcionan beneficios al enfermo y solo sirven para prolongar su agonía inútilmente, se obstina en continuar el tratamiento y no dejar que la naturaleza siga su curso.

Distanasia es lo opuesto a la eutanasia. Esta práctica consiste en procurar retrasar la llegada de la muerte por todos los medios, desproporcionados o extraordinarios aunque no haya esperanza alguna de restablecimiento (llamado también clásicamente ET). En realidad se provocan al moribundo unos sufrimientos añadidos, que solo aplazan unas horas lo inminente. La distanasia, es la muerte en malas condiciones, con dolor, con molestias y sufrimientos. Sería la muerte con un mal tratamiento del dolor, o la asociada al encarnizamiento terapéutico

Muerte Piadosa, se permite que una persona muera teniendo en cuenta que prolongar su vida seria prolongar también su sufrimiento. En este caso interviene un factor extra y es la compasión, por esta razón es también llamada muerte por compasión o compasiva.
El Morir Dignamente sería entonces el morir libre de dolor, con los analgésicos y tranquilizantes necesarios para el desasosiego y con el suministro de medicamentos que se requieran contra las incomodidades que se puedan presentar, eliminando en lo posible el sufrimiento de morir en vida. Aunque no solamente reduciendo el dolor, lo que vale es una vida con cierta autonomía y libertad. El morir dignamente es que se respete la dignidad del moribundo.

Eutanasia, a la ayuda para morir ofrecida al moribundo por parte del médico con conciencia y atento a los sufrimientos y angustias del enfermo. Pretenden algunos identificarla con la muerte "a petición", provocada por el médico, cuando la vida ya no puede ofrecer un mínimo de confort que sería imprescindible

Como consideraciones finales diría que resulta recomendable promover la discusión de los dilemas éticos que se presentan en las unidades donde se asisten pacientes críticos o con enfermedades con posible desenlace fatal; lo cual facilitará una adecuada toma de decisiones.
El desarrollo de la medicina, junto con la mejoría de la calidad de vida, ha producido un cambio con respecto a la reflexión en torno a la muerte como experiencia inevitable y el sentido de la vida cuando esta se acerca a su fin.

 Poner punto y final a esta nueva entrada haciendo reflexionar a todos los profesionales, o futuros profesionales de la salud acerca de esta tesitura y, esperar que esta pequeña deliberación sirva como llamada de atención para, además de  evitar lo que al final a todo el ámbito sanitario nos concierne y es el dolor y la angustia del paciente en primer lugar, y de su familia; ayudar a definir una serie de estrategias ante la muerte adecuadas a nuestra profesión, puesto que, la calidad de atención de la enfermera durante la fase final de la vida del paciente contribuye en gran medida a una muerte pacífica y digna, y reconforta a los miembros de la familia en el duelo y en el proceso de aceptación de la pérdida.


Bibliografía consultada:
1. Empire Yanes G. “Dilemas en la toma de decisiones en el paciente critico”. Cuadernos de Programa Regional de Bioética. OMS 2000.
2. Calipari Maurizio. “Curarse y Hacerse Curar: entre el Abandono del paciente y el Encarnizamiento Terapéutico”. Ética del uso de los medios terapéuticos y de soporte vital. Editorial Educa Bs.As. 2007. Edición en español, Instituto de Bioética, Facultad de Ciencias Médicas, Pontificia Universidad Católica Argentina.
3. Gálvez González M, Muñumel Alameda G, Del Águila Hidalgo B, Ríos Gallego F, Fernández Vargas ML. Vivencias y perspectiva enfermera del proceso de la muerte en UCI. Biblioteca Lascasas, 2007; 3 (2). Disponible en http://www.index-f.com/lascasas/documentos/lc0240.php
4. De Lillo L. Del encarnizamiento terapéutico a una muerte digna. Disponible en:http://www.fmvuba.org.ar/antropologia/Vol.%20VI%20Nro.%201%20a%C3%B1o%202011/delillo%20-%20muerte%20digna.pdf

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Bueno Yasmina, esto va cogiendo muy buena pinta, pero que muy buena. La reflexión hecha es muy buena, pero vamos a hacerla aún mejor: Algo habrá sido lo que te ha llevado a reflexionar sobre este tema, no???. Me imagino que habrá sido algún paciente de la uci, seguro, pero a esta reflexión le falta un protagonista......TU, y otro protagonista...EL PACIENTE al que va dirigido el pensamiento o reflexión. Un protagonista que nos hable de él, de sus percepciones, de lo que ha visto bien o no, de sus dudas, se sus respuestas consultadas en la bibliografia, en otros protocolos, de sus propuestas para mejorar esos cuidados, etc, etc. Recuerda que eres tú la protagonista, la que se va a criticar, la que a veces lo hara bien, y otras no tan bien, la que ha descubierto una manera de hacerlo mejor, etc, etc. Recuerda que se trata de madurar tu pensamiento enfermero. Las cosas nunca tienen porqué ser como las ves, siempre hay alternativas, a veces mejores, otras veces no. De eso se trata de que seais los protagonistas de historias vividas, conflictos que solventasteis o que no, pero de los que habeis tomado buena nota par la próxima vez, etc, etc. Si a ello lo añades alguna imagen, color, chispa, etc.....pues el resultado son cuadernos super buenos.
    Pero me reitero al principio.....ESTO TIENE MUY BUENA PINTA YASMINA.

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