Esta función de
vigilancia mediante la monitorización de constantes y otros parámetros
es exhaustiva en este tipo de servicios puesto que se observan y
registran de manera horaria. Por ello, una de las lecciones que he
aprendido en esta primera semana es que siempre al inicio de nuestro turno, al
entrar en un box de la UCI, hay que detenerse a observar a nuestro paciente y
sus monitores.
Relacionado con los monitores,
destacaría repasar las alarmas de las constantes: tensión arterial (bien con
manguito o medición invasiva, de la que hablaré más adelante), frecuencia cardíaca,
y saturación de oxígeno a través de pulsioximetría; de modo que nos avise en
valores que nos permitan estar sobre aviso e ir actuando antes de que la
situación empeore. A la hora de ajustar
las alarmas hay que tener en cuenta los antecedentes, las patologías y los
tratamientos del paciente ya que la
monitorización es útil si va acompañada de un razonamiento clínico.
Por otro lado, el monitor también nos va
a mostrar un electrocardiograma continuo gracias a la recogida de la
actividad eléctrica del corazón mediante los electrodos, que nos va a
permitir detectar alteraciones cardíacas o vigilar su actividad mientras al
paciente se le realiza alguna técnica que pueda tener consecuencias, por
ejemplo, mientras se le coge una vía venosa central pueden darse extrasístoles
ventriculares
El control de las
constantes y los monitores aparte de ser horario también debe serlo cuando
estamos realizando la higiene al paciente u otras actividades que puedan
alterar su estado como la aspiración de secreciones o si hay que bajarle a una
prueba diagnóstica.
Como he mencionado
anteriormente, existe un tipo de monitorización
no invasiva, y otro tipo invasiva.
- Monitorización No Invasiva: Recoge la oximetría de pulso, y el registro automatizado de la tensión arterial.
- Monitorización Invasiva: Dentro de este tipo encontramos la interpretación de las variables hemodinámicas como son: Precarga, carga o volumen que distiende el ventrículo izquierdo antes de la contracción o sístole. La precarga está determinada por el volumen de sangre al final del período de llenado ventricular .Postcarga, resistencia a la eyección ventricular. En el lado derecho se expresa como la Resistencia Vascular Pulmonar (RVP) y en el lado izquierdo como la Resistencia Vascular Periférica (RVS). Mientras mayor sea la postcarga menor será el débito cardíaco. Débito o gasto cardíaco: Es el producto de la frecuencia cardíaca (FC) por el volumen sistólico de eyección (VS) en litros por minuto. Volumen Sistólico de Eyección (VS: Corresponde al volumen de sangre eyectado con cada latido. En un corazón disfuncionante lo primero en caer es el volumen sistólico o índice sistólico. Por otro lado mencionar también la Presión Arterial Directa (línea arterial): cumple con el objetivo de una monitorización continua y permite obtener muestras de sangre arterial repetida sin recurrir a múltiples punciones. Según algunos autores debería instalarse una línea arterial en todo paciente al que se le vayan a analizar los gases arteriales > de 4 veces en 24 horas, disminuyendo el riesgo de complicaciones. Las arterias de elección son la radial, axilar o femoral. Y finalmente, la Presión Venosa Central: En pacientes en los que se sospecha una pérdida de volumen la monitorización de la PVC es una guía útil para la reposición de volumen. Esta medición por lo tanto, no refleja el estado de volumen circulante, más bien indica la relación entre el volumen que ingresa al corazón y la efectividad con que este lo eyecta. La colocación de catéteres venosos centrales no solamente cumple con una función de monitorización (Presión Venosa Central) sino además nos permite según el diámetro y la longitud del mismo, aportar volumen, administrar drogas irritativas, alimentación parenteral, hemodiálisis o bien la inserción de catéteres por su luz como el catéter de Swan Ganz. Las vías de elección son las yugulares internas y externas, la subclavia y las venas femorales.
En definitiva, en
estas primeras semanas en la UCI he podido comprobar la gran relevancia que
tiene la monitorización en este tipo de pacientes que se encuentran en un
estado crítico y, la labor que tiene
enfermería en este aspecto: un registro de constantes y una correcta
interpretación de ellas que definan determinadas actividades de enfermería y
medidas o tratamientos por parte de los médicos. Para mí, como alumna, me
resulta a veces algo agobiante tanto número, tanta gráfica, tanto código de
colores...porque aunque la base teórica está presente y cuando la repaso voy
viendo avances , en la unidad a veces me resulta muy complicado aplicar los
conocimientos que tengo.Finalmente,decir que, la monitorización es uno de los aspectos de la UCI que
más me está haciendo entender el porqué de ciertos tratamientos
médicos o determinadas actividades de enfermería.
Bibliografía revisada:
- Mateu Campos, M.L.; Ferrándiz Sellés, A.; Gruartmoner de Vera, G.; Mesquida Febrer, J.; Sabatier Cloarec, C.; Poveda Hernández, Y.; García Nogales, X.Técnicas disponibles de monitorización hemodinámica. Ventajas y limitaciones.Publicado en Med Intensiva.2012; 36 :434-44 - vol.36 núm 06.
- Pinsky MR, Didier P. Functional hemodynamic monitoring. Critical Care. 2005;9:566-72.
- Giacaman P, Mardonez JM.Programa de Medicina Intensiva de la Universidad Pontifica de Chile.
"""he podido comprobar la gran relevancia que tiene la monitorización en este tipo de pacientes que se encuentran en un estado crítico""". Efectivamente, como das a entender despues, no se entiende la UVI sin monitorización del paciente. Buen repaso teórico-técnico. Incorpóralo a tu disco duro como una de las principales conclusiones aprendidas durante el rotatorio
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